EL ORIGEN DE LA SUBASTA
Historia de la subasta
Ex auctionibus hastae. De aquí tomó su origen la palabra española subasta (bajo la lanza). Entre los romanos cuyas instituciones eran todas militares, la lanza representaba gran papel. Hasta censoria era la lanza que los censores clavaban en la plaza pública para anunciar la subasta de las rentas del Estado. Hasta centumviralis era la señal de la jurisdicción de los centuviros, y por esto el juicio de estos magistrados se llamaba juicio de la lanza, judicium hastae. Hasta fiscalis era la que se clavaba para anunciar la venta de algo perteneciente al Fisco, con lo que se autoriza su venta a los ojos de los particulares. Hasta proctoria o venditiones, era, en fin, aquella a que se alude en este pasaje de Suetonio; clavábase en señal de que iba a venderse a la puja, en virtud del decreto del pretor, los bienes de los ciudadanos proscritos o condenados.
Jaime Arnal, en una nota a su traducción de Los Doce Césares de Suetonio.
De acuerdo a textos antiguos griegos, las primeras subastas tuvieron lugar en Babilonia en el año 500 antes de Cristo. En aquella época las subastas ocurrían anualmente y se vendían mujeres casaderas. Estaba considerado ilegal vender una hija fuera del sistema de subasta. Las mujeres más bellas conseguían pujas más elevadas, las menos agraciadas tenían que pagar una cantidad para ser aceptadas en la subasta, con lo que su precio total era negativo.
La más legendaria subasta ocurrió en el año 193 cuando todo el Imperio Romano fue subastado en un mismo lote por la Guardia Pretoriana. El 23 de marzo la Guardia Pretoriana asesinó al emperador Pertinax, para después anunciar que la subasta más alta se quedaría con todo el Imperio.
Didius Julianus ofreció 25.000 sestercios para cada soldado de la Guardia Pretoriana (unos 250.000 euros actuales) superando la anterior puja de Titus Flavius Sulpicianus, a la sazón suegro del emperador asesinado, que solo ofreció 20.000 sestercios. Amenazado por los soldados, el Senado lo declaró emperador. Su mujer y su hija recibieron el título de Augusta. Tras una guerra civil, perdería su temporal condición de emperador, dos meses después.
Es curioso que del término latino ex auctionibus hastae (subasta bajo la lanza) en el castellano nos hemos quedado con la parte anecdótica de la lanza, mientras que los ingleses han tomado el término latino fidedignamente :auction. En italiano también se acogen a la lanza: asta mientras que en alemán también respetan el original: Auktion.
Parece como si el ser más próximo a un determinado término permita más juego con él y una mayor flexibilidad. En este caso es casi una frivolidad el fijarse más en la lanza que en la subasta. Sorprende sin embargo que el término en inglés sea relativamente reciente:
“a sale by increase of bids,” 1595, from L. auctionem (nom. auctio) “an increasing sale,” from aug-, stem of augere “to increase,” from PIE base *aug- “to increase” (see augment). In northern England and Scotland, called a roup. The verb is attested from 1807. In the U.S., something is sold at auction; in England, by auction. Auctioneer (n.) is attested from 1708.
Y es que lo más problable es que las subastas no fueran populares por Inglaterra hasta entonces. Necesitados de crear un término nuevo, seguirían la raíz de los ilustres predecesores romanos.
Hoy en día sin embargo las subastas son algo típicamente anglosajón. Christies y Sotheby’s son famosísimas casas de subastas que ofrecen todo tipo de obras de arte y artículos de coleccionista, a veces sacando productos de valor incalculable. Ebay es la mayor casa de subastas por la red y nació en Estados Unidos. Una forma bastante común de vender casa en los países anglosajones es por medio de la subasta.
Mientras que en España se sigue utilizando el método puramente romano: la subasta por parte del Estado de bienes expropiados. Nosotros evolucionamos el término respetando el concepto de subasta, ellos revolucionaron el concepto, manteniendo el término.